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 Para todas esas niñas de papá. Sí. Para esas. Para esas niñas pijas. Esas que dicen que tienen un problema de lo más grande cuando no saben que ponerse. Esas que se enfadan si su padre no le compra la última versión del móvil que le gusta. Las que se echan a llorar si no se van de compras un viernes por la tarde. Esas que dicen que no tienen ropa pero en realidad tienen tres armarios. Esas que se ponen a chillar cuando vuelven a casa si ven que no les han arreglado el cuarto. Esas que usan una canon de mil euros para hacerse fotos. Esas que tienen libros para adornar la pared. Esas que tienen veinte perfumes diferentes. Esas niñas que dicen que los inmigrantes "visten mal". Esa clase de niñas que tiran la ropa de un año para otro porque "ya no está de moda". Esas en las que su mayor problema consiste en que sombra de ojos se pondrán. Para todas esas niñas a las que no les iría mal un trocito de realidad en su vida.