Aquel era el principio del camino del exceso y aprendimos la respuesta al enigma del querer.
"Lléname de tus historias, que se detengan las horas, regálame la llave de tu imaginación.
Ojalá la vida fueran sólo estas pequeñas cosas, ojalá el mundo existiera sólo en esta habitación".
"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes".
Algo se rompió en silencio.
Empezaba a amanecer.
Te vestías muy tranquila y yo cogí la guitarra. "Quizá sea ésta la última canción que cantaré".
De tu viaje al fin del mundo yo no quise saber nada, de mis noches sin futuro te negaste a conocer.
Y en el autobús de vuelta mirabas por la ventana memorizando el paisaje que no volverías a ver.
En la puerta de tu casa no hizo falta decir nada. "No me mientas, no me digas nunca te olvidaré".
Y entre calles solitarias recuerdo aquel par de días maldiciendo cada lunes con toda su realidad.
Qué puta es la vida a veces, y otras qué de verdad.
"Lléname de tus historias, que se detengan las horas, regálame la llave de tu imaginación.
Ojalá la vida fueran sólo estas pequeñas cosas, ojalá el mundo existiera sólo en esta habitación".
"El viaje más infinito que te puedo prometer llega sólo hasta el domingo más triste de cada mes".
Algo se rompió en silencio.
Empezaba a amanecer.
Te vestías muy tranquila y yo cogí la guitarra. "Quizá sea ésta la última canción que cantaré".
De tu viaje al fin del mundo yo no quise saber nada, de mis noches sin futuro te negaste a conocer.
Y en el autobús de vuelta mirabas por la ventana memorizando el paisaje que no volverías a ver.
En la puerta de tu casa no hizo falta decir nada. "No me mientas, no me digas nunca te olvidaré".
Y entre calles solitarias recuerdo aquel par de días maldiciendo cada lunes con toda su realidad.
Qué puta es la vida a veces, y otras qué de verdad.